Su método
La actitud genial de Gaudí como artista revolucionario reside en su método, sumamente original. No en vano se le ha comparado con su contemporáneo Van Gogh por la expresión genial del color, con Leonardo da Vinci por la contínua invención, con J. S. Bach por la perfección técnica y simbólica. Comprometido con su tiempo, Gaudí fue el inventor de formas constructivas, maestro del símbolo y de la racionalidad científica, observador amante de la Naturaleza, ecológico y reciclador, religioso y de conciencia social obrera.
Gaudí era un científico de la arquitectura. Por eso su actitud y su método de trabajo son implacables, rigurosos, honestos y atrevidos. Que aquello no lo hubiera hecho nunca nadie no era impedimento para que se pusiera a trabajar. Es evidente que un artista que identifica Arte con Belleza y Belleza con Vida, como resplandor de la Verdad, se impone un listón de máxima autoexigencia. Por ello, no es nada extraño que Le Corbusier lo admirase, Miró lo homenajease y Dalí lo recuperase para la Historia del Arte.
En Barcelona
- El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia: la fachada del Nacimiento y la Cripta de la Sagrada Familia: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- La casa Vicens: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- La Finca Güell
- El Palau Güell: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- La obrera Mataronense
- El Colegio Teresiano
- La casa Calvet
- La casa Batlló: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- La casa Milá (La Pedrera): Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- Escuelas de la Sagrada Familia
- Farolas por el Ayuntamiento de Barcelona
- El Park Güell: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
- Bellesguard
- Bodegas Güell (Gaudí-Berenguer)
- Puerta de la Finca Miralles
- La cripta de la Colonia Güell: Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
En el resto de Cataluña
Jardines Artigas, en la Pobla de Lillet
En España
- El Capricho de Comillas (Santander)
- El Palacio Episcopal de Astorga
- Restauración de la Seu de Mallorca
- La Casa Botines, en León